Más que una experiencia sonora, esto es visual. A continuación verán 2 sesiones musicales, una bien distinta a la otra y 3 videos musicales que, en efecto, son arte.
La primera sesión son 3 jóvenes berlineses que nos traen sonidos suaves para estar chill, un estilo vintage muy llamativo a la vista y la producción de esa sesión al estilo Tiny Desk.
Una sesión más performática que la primera, con más integrantes y otros sonidos sin voz, pero con actuación.
En efecto, es arte. Por una lado nos ofrece una experiencia sonora lo musical, nos podemos imaginar nuestra propia historia o sentir nuestras propias cosas a partir de esos sonidos tan potentes, sin necesidad de ser acompañados por una voz o una narrativa con letras. Por otro lado, así lo veamos sin sonido, es una experiencia, una historia visual distinta y muy potente. Cuando ambas se combinan logran este resultado supremo, cineasta, que no es común ver ni mucho menos con con este grado de profundidad.
Este video es una belleza. Las ilustraciones no son hiper trabajadas y tampoco tienen la necesidad de serlo, logran contar la historia, en este formato, con esos colores y en ese estilo, transmitir emoción, ternura y tranquilidad.
Me sorprende como los videos musicales pueden terminar siendo toda una producción de Hollywood, como también podemos ver en este caso. La combinación entre el audio y lo visual para conseguir una claridad total, elevada, de lo que se siente cuando se ve lo que nos cuentan.