Editado por: Ediciones Vestigio
Un libro de Hank T.Cohen
Un libro ASQUEROSAMENTE bueno.
Ustedes se preguntarán por qué escribí esta reseña sobre un libro independiente. Como todos saben, esto no es nuevo, cada día deben haber miles de personas haciendo reseñas, PERO lo importante de esta, es que no se trata de un libro cualquiera, este es un libro ASQUEROSAMENTE BUENO.
En el transcurso de este año, en mis horas de ocio, he disfrutado de series como Monsters (1998) (famosa por los “animalitos dulces” de su intro), Midori, la niña de las camelias (1992), Love, Death + Robots (2019), series cuyos capítulos me dejaron con ganas de ver más contenido de ese estilo, hasta que leí este libro que llenó ese vacío.
Cuando abrí El Pornógrafo, mi primera reacción fue de sorpresa, porque no es solo algo “pa’ leer”, como lo dirían algunas tías, sino que también se convierte en un texto que aparte de su contenido escrito, lleva ilustraciones que podrían sorprender o mal viajar a cualquier lector, todo depende del nivel que tenga uno para soportar tanta densidad.
Desde que lo empecé a leer, sentí que veía capítulos especiales e inéditos de las series que mencioné anteriormente. Comparo los capítulos con los cuentos, porque me pasó lo mismo: me senté y no pude parar de ver y leer hasta terminar, (todo lo concerniente a este libro, lo lleva a uno al extremo), cosa que no es recomendable. Les advierto que podría ser tan interesante y nauseabundo hasta generar posible vomito por acumulación de imágenes complejas y desagradables. Este es el objetivo del autor, que disfrutemos del horror y la narración peculiar, zafada de una realidad que nos tiene gastados de lo mismo.
Estos cuentos atrapan con un lenguaje conciso e historias truculentas, en donde los personajes que se sienten solos toman decisiones que desembocan en sucesos anormales. Cada cuento está plagado de sexo e ironía que se une con risas y sentimientos nauseabundos que se adhieren al lector. No solo lo digo yo, lo dice la crítica, el público y el propio autor, todos nos llegamos a sentir sincronizados de cierta forma al leer este libro.
Tantas entrañas por todas partes, todo lo políticamente incorrecto. Una sensación de querer quitar la mirada pero no poder nos mantiene enganchados a ese morbo haciéndonos averiguar más sobre otros mundos, sobre su mundo, el mundo de El Pornógrafo.
El Pornógrafo, en este contexto, se convierte en un mal necesario, en una certeza de leer algo diferente y que nos aleja contundentemente de esos textos repetidos y aburridos sobre realidades comunes, promesas de amor incumplidas y frases prostituidas sacadas de internet, escritos que nos generan siempre las mismas reacciones, sin marcar nuestra vida más que en pie de fotos comunes. Todo está permitido en la imaginación que nos brinda este libro. A diferencia de las series, tiene la licencia de ser más crudo al mostrarnos imágenes que no existen en la vida cotidiana ni en el imaginario común. Es un nuevo universo de desagradables sabores que no queremos parar de probar hasta terminarlos, porque queremos saber que más nos espera al final.
Cacofonias