¿Quiénes son y y quiénes dirigen?

Somos un grupo de jóvenes que a partir de la
Danza Folclórica Colombiana busca fomentar espacios de memoria histórica,
esparcimiento y reconstrucción de la cultura, reflejando a través de la
interpretación, la creación de personajes, coreografías y muestras
audiovisuales, una expresión de lo que el arte puede contribuir a la
resignificación social a través de las realidades ocurridas en el territorio
Nacional, sensibilizando el imaginario social en los niños, jóvenes y adultos,
con una perspectiva de construcción de comunidad y de paz desde el arte.
Yennifer Tatiana Velásquez Calderón y Carlos Andrés Párraga Ortegón, somos quienes dirigen,
gestionan y designan las diferentes tareas en el Colectivo.

¿Cuánto tiempo lleva el Colectivo?

Iniciamos proceso creativo en medio de la pandemia
en colaboración con la Fundación para la reconciliación,
mediante el proyecto #PodemosSer que se encarga de “Resignificar el
pasado”, a través del arte como un lenguaje que permite conocer los hechos,
observar diferentes puntos de vista, reflexionar sobre los mismos y mostrar
que existen mecanismos en la sociedad para poner en práctica los procesos
de perdón, reconciliación y restauración. Actualmente los jóvenes que
participamos de este Colectivo focalizamos nuestros encuentros en el
accionar artístico de la localidad de Los Mártires con apoyo de la comunidad
de la Parroquia San Roque, quienes nos recibieron para continuar trabajando
en nuestro quehacer artístico.

¿Por qué empezó esta iniciativa?

La participación en el proyecto nace de
la necesidad de poder ser más competitivos en el hacer cultural de la ciudad
y confrontar en los espacios del arte danzario a la comunidad, permitir
también que el Colectivo sea un espacio para el desarrollo del tiempo libre en
jóvenes profesionales que buscan otras perspectivas de vida desde la danza,
que encuentran también en ella un descanso de su vida cotidiana y que genera
un encuentro de diferentes disciplinas profesionales para la construcción
comunitaria.
La construcción de paz desde el hacer artístico es una de las principales
búsquedas del Colectivo frente a la comunidad, este mensaje es una claridad
que permite en nuestras creaciones generar apuestas diferenciadas al show
artístico y que se encamina a la acción creativa para dejar de lado la
repetición del folclor, acentuando su hacer en la transformación de éste como
un ente vivo, dinámico, en cambio constante y en interrelación con el
presente.

¿A dónde quieren llegar con el Colectivo, qué se proponen?

A futuro ser un Colectivo más consolidado a nivel artístico en cuanto a técnica,
igualmente con una calidad de integrantes que no solo se preocupen por el
tema de la danza, sino que trabajen en pro de la comunidad y el cambio que,
como agrupación, queremos generar en cuanto al escenario de la danza.
Igualmente poder difundir y circular la acción artística realizada como
Colectivo en diferentes tarimas a nivel Local y Nacional que nos permita una
participación más amplia en otros espacios de reconocimiento artístico que
impulsen el mensaje que como Colectivo queremos dar.

¿Cuáles han sido sus mayores dificultades?

Una de nuestras mayores dificultades es la imposibilidad de tener espacios propios,
lo que en momentos no nos permite generar ensayos donde se pueda tener unas
mínimas comodidades para poder desarrollar las puestas en escena y el uso
del piso o del ambiente que también podría llegar a desgastar estas mismas
dinámicas corporales. Ensayamos al aire libre, en el parque, espacio que
dependiendo del ambiente y del clima puede ser óptimo o puede ser bastante
negativo.

¿Cuál ha sido el mayor logro del Colectivo?

Mediante el proyecto #PodemosSer con la Fundación para la reconciliación,
se nos dio la oportunidad de crear una obra que reconstruye el pasado, por medio de la
danza folclórica colombiana. La mencionada propuesta está enmarcada en
hacer un recorrido por los conceptos tratados en el programa #PodemosSer
de la Fundación para la Reconciliación, tomando la economía política del odio
y la ética del cuidado; como los dos conceptos fundamentales en una obra
llamada “Kenopsia”, la cual busca restaurar en cierta medida a las personas
que han sido heridas o afectadas física, emocional y moralmente por el
conflicto armado en Colombia; además siendo base para la construcción
social de paz de nuestro país. La mencionada obra está compuesta por 11
escenas, distribuidas en dos grandes momentos, una en la costa atlántica
colombiana mediante la masacre de El Salado y la otra en el interior del país
con los llamados falsos positivos.

¿Cómo ha ayudado “Transformando con el arte los territorios” la
iniciativa?

Frente al proyecto hemos aprendido las diferentes dinámicas en
las que se mueve una iniciativa en el ecosistema cultural para así poder
presentarnos y generar nuevas redes de valor apostando no solo a la
continuidad de la propuesta, sino también aportando a que más jóvenes se sumen a
esta iniciativa, buscando apostarle al portafolio de estímulos como una
agrupación estabilizada donde podamos generar espacios de circulación de
la disciplina danzaria en Bogotá.

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